Redacción
Los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 comenzaron, y desde el inicio, para quienes no son tan amantes del deporte, también han tenido distintos motivos para centrar sus ojos en ellos. Ahora tocó el turno del nadador estadounidense Caeleb Dressel.
Hay que mencionar que está dejando un buen papel quien se asegura, es el heredero al trono que dejó Michael Phelps, pues tras llevarse la medalla de Oro en la prueba de relevo 4×100 estilo libre, el nadador que aspira a seis preseas doradas en la justa veraniega, demostró su buen y justo corazón, al entregarle su medalla a su compatriota Brooks Curry, quien había nadado con el equipo de las ‘Barras y las Estrellas’ en las pruebas preliminares, pero que fue reemplazado por Dressel para la Final.
Pero ¿quién es este guapo deportista de 24 años que ha hecho voltear los ojos y las cámaras a él? Se trata nada más ni nada menos que de la máxima figura de la natación estadounidense en los últimos años.
El apabullante récord de 28 medallas que logró Phelps en su carrera parece imposible para cualquier ser humano, o al menos para quienes no son Dressel. Pero más allá de lo numérico, el vacío que deberá llenar Caeleb en Tokio 2020 es enorme. Aunque bien, también hay que mencionar que sus múltiples medallas, 13 para ser exactos, en campeonatos alrededor del mundo, y la experiencia olímpica que obtuvo Río 2016 (donde ganó un oro en 4×100) lo sitúan como una referencia obligada.
Como si los astros, el destino o el universo hubieran conspirado en favor de las casualidades, Dressel nació en Filadelfia, igual que Phelps.
Dressel creció con las hazañas mundialmente habladas y conocidas de Phelps, teniendo un gran ejemplo a seguir. Y es que su gran físico (1,92 metros; 88 kilos) le otorga ventajas sobre sus rivales. “Es el nadador del futuro”, ha dicho el ex nadador español Javier Soriano para RTVE.
Pero Michael Phelps, quien después de su retiro en los Juegos Olímpicos de Rio 2016, también desde su actual trabajo como comentarista deportivo en tv, también fijó su postura y calificó a su sucesor como alguien “impresionante”, destacando la velocidad y técnica del joven.